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PRINCIPIOS Y VALORES INSTITUCIONAL

PRINCIPIOS INSTITUCIONALES

PEDAGÓGICOS


La pedagogía recoge la fundamentación teórica existente de la práctica educativa trabajada desde las distintas corrientes, escuelas y tendencias que marcan el saber y el hacer del maestro, lo que le permite ser crítico de su trabajo. Esta reflexión lo llevará necesariamente a asumir posiciones, bien  sea en franca pugna y/o abrirse  al cambio, innovar o proponer.

La reflexión en el contexto de la pedagogía significa poder identificar en todo proceso educativo lo que es fundamental: el concepto de formación, el cual implica auto formación;  es decir para que realmente sea formación debe ser un proceso emprendido y decidido por el mismo sujeto y realizado de tal modo que le implique un cambio en su voluntad y saber pedagógico que lo conduzcan a replantear su propio proyecto de vida y profesional.

Al respecto Not dice: “Todo ensayo de transformación pedagógica aparece como la solución de un conflicto entre el orden establecido  y las aspiraciones que éste impide satisfacer.
”De la lecto-escritura de cada nueva realidad educativa, nace y se transforma la pedagogía y se constituye en el saber del maestro como resultado de su relación con los otros saberes, de las experiencias y conflictos del aula y su forma de abordarlos para transformar dichas realidades.

Esta manera de reconceptualización de la pedagogía hace necesario el rompimiento definitivo con el paradigma positivista que veía en la pedagogía, solo el acto de enseñar reglamentado, según la normatividad del diseño de instrucción del que interesaba solo su operatividad.

Se trata de promover procesos y estrategias de enseñanza y aprendizaje que orienten a una comprensión más compleja, racional y epistemológica del saber pedagógico.  La pedagogía debe tener un carácter más explicativo que descriptivo, es decir que responda a la problemática educativa local, regional y nacional;  que ayude a la comprensión y orientación de su praxis.

La pedagogía entendida ante todo como una reflexión crítica sobre el acto educativo, implica cuestionar las formas de enseñar, y promover el pensamiento crítico, reflexivo e investigativo del maestro.  “El futuro maestro debe ser formado en y para la investigación o sea en y para la búsqueda autónoma del saber; es decir en el aprender a aprender”.
“La pedagogía se instaura en el trabajo sobre cada saber, sobre el estudio  de su constitución y fundamentos, de la crítica conceptual para partir hacia la reconstrucción, reelaboración y por consiguiente en su frente creativo- investigativo”.


Apoyados en los procesos psicológicos que implican las diferentes situaciones de aprendizaje, donde se da gran importancia a la estructura y organización del conocimiento del estudiante normalista, resulta interesante para la escuela normal saber qué es y cómo se desarrolla la mente del estudiante, pero es aún más importante  conocer cómo se produce el cambio cognitivo, es decir cómo se puede aprender mejor.

Fundamentados en las teorías que dan primacía al desarrollo y al aprendizaje además que explican la actividad humana desde la infancia hasta la edad adulta y cómo evoluciona la mente del individuo, donde no sólo se mira el comportamiento de los estudiantes en situaciones de aprendizaje escolar, sino también la evolución de sus esquemas y conocimientos a lo largo de las diferentes etapas que atraviesa el ser humano.

Para Robbie Case “El desarrollo cognitivo puede comprenderse como la adquisición sucesiva de estructuras lógicas cada vez más complejas que subyacen a las distintas áreas y situaciones que el sujeto es capaz de ir resolviendo a medida que crece”.

La psicología del desarrollo reconoce el papel que juega en el estudiante normalista las experiencias físicas y sociales en los procesos de aprendizaje donde la adquisición de conocimiento se basa en la comprensión, el establecimiento de relaciones significativas entre la información nueva y la que ya se posee, pero no sólo se aprenden contenidos sino también valores sociales. 

La capacidad de comprensión y aprendizaje está determinada por el nivel de desarrollo en que se encuentra el ser humano, su avance se puede predecir si la información es moderadamente discrepante a la que ya posee. Lo que cambia a lo largo del desarrollo son las estructuras no el mecanismo básico de la adquisición del conocimiento.

El desarrollo de procesos psicológicos superiores es en sí el resultado de un proceso de construcción, como afirmaba Vigotsky “Evolutivamente dichos procesos aparecen siempre en primer lugar en el plano de la relación interpersonal y en consecuencia, están mediados por los patrones culturales dominantes en el grupo social  en el que se desarrolla el individuo”.
  En este planteamiento la escuela  normal designa el conjunto de prácticas a utilizar dentro del grupo escolar, favoreciendo así el desarrollo personal de los estudiantes normalistas.

El estudiante puede ser activo, no sólo cuando descubre o inventa por sí mismo, sino cuando es capaz de atribuir un significado y un sentido a lo que se le enseña;  mediante la realización de aprendizajes significativos los estudiantes normalistas construyen, modifican, diversifican y coordinan sus esquemas de conocimiento, estableciendo una red de significaciones  que le enriquecen su mundo físico y social, potenciando a la vez su crecimiento personal.  Al tener en cuenta el desarrollo del estudiante y lo que es capaz de hacer y aprender en un momento determinado dependiendo de su nivel de desarrollo o capacidad intelectual, permite a la Normal hacer selección de contenidos que van a configurar el currículo escolar operacionalizado a través de proyectos pedagógicos de aula.

Es en este aspecto donde y para la pedagogía  toman sentido las ideas que la sociedad tiene sobre el desarrollo humano.  Esto ha generado una cultura pedagógica que orienta el diseño de un currículo integrado desde  los procesos de aprendizaje, las necesidades, características de los normalistas y de su entorno.


El fundamento sociológico de la Escuela Normal Superior de Anserma Caldas se apoya en “el personalismo” de Emmanuel Mounier, quien afirma que la persona es un “ser - con - otros”,es decir, como ser relacional, abierto a los otros.  Esta apertura del estudiante normalista, quiere expresarse en la comunidad educativa de la escuela normal por la búsqueda de valores que vivencien el respeto, la cooperación, la solidaridad.  De ellos surge el compromiso con la construcción de una comunidad de personas.  La Escuela Normal Superior se convierte así en el escenario donde los actores aprenden la convivencia humana, posibilitadora  del desarrollo de la persona en todas sus dimensiones.

El énfasis en lenguaje y comunicación, se presenta aquí como elemento dinamizador de las relaciones humanas, en las cuales, la relación dialógica maestro - estudiante, estudiante – estudiante, evidencie las necesidades del entorno y busquen conjuntamente las alternativas de solución, a la situación problémica del monocultivo cafetero, del desempleo, de la drogadicción, del analfabetismo y de la violencia.

Dentro de este marco sociocultural, el maestro normalista le da significación y sentido a las demandas sociales y culturales, potenciando en los estudiantes la capacidad para transformar el yo situacional, mejorándolo.

 ANTROPOLÓGICOS


El fundamento antropológico de la Escuela Normal Superior de Anserma Caldas concibe al hombre como persona, por lo tanto individual y social, recibe influencias y se deja influir, toma decisiones, tiene una historia personal producto de los contextos donde se desenvuelve la escuela que lo hace muy individual. Para ello se apoya en Sócrates, en Aristóteles y en José Antonio Suárez.

Sócrates planteó una antropología no ética, según la cual “el hombre vuelve la mirada sobre sí mismo, en un intento por desentrañar el sentido de su ser, esforzándose por crear una imagen de sí, que le permita comprender la situación multifacética en que se mueve, como también afrontar con éxito la realidad histórica en que se encuentra”.

Este concepto de hombre, implica que viva su libertad.  De la misma manera, la Normal Superior, forma maestros para que vivan su libertad creativamente y logren innovar permanentemente su situación, a partir del “conócete a ti mismo” socrático, porque, conociéndose a sí mismo, descubrirá el universo y sus causas. En coherencia con Sócrates, Aristóteles sostiene: “El hombre es un ser viviente racional”.

Por lo tanto, Aristóteles resalta que la esencia del hombre es la razón, con la cual descubre el mundo, lo interpreta, le da sentido y trasciende su propia existencia.  Pero Aristóteles nos lleva más lejos con su reflexión, diciendo que el hombre es cívico por naturaleza (dimensión social) y praxis por naturaleza (dimensión ética).

Más recientemente, José Antonio Suárez Alarcón, afirma que el hombre es “realidad personal”, en cuanto ser consciente de su situación limitada por el tiempo y por el espacio, recreándose y constituyéndose en el contexto de las relaciones interpersonales y de las interacciones sociales.

EPISTEMOLÓGICOS.


Una de las respuestas dadas por el currículo está comprometida en el “qué” enseñar. Hoy en día los contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) son los medios para “experimentar la cultura y facilitar el desenvolvimiento del educando”

Cuando se hace referencia a los contenidos conceptuales es necesario la apropiación del método, el conocimiento, la estructura interna y el estado actual de la ciencia o de la disciplina que la contiene.  Como construcción cultural el conocimiento nunca es estático, por lo tanto,  “requiere que el maestro  se apropie de los mismos;  pero no solo como contenidos de información, sino también, y especialmente, en su estructura básica, en su matriz fundamental, en su racionalidad particular,  la cual remite a la estructuración lógica, histórica y epistemológica, pero también, valoral y estética de cada uno de ellos”...”Pues son tales estructuras las que portan el potencial formativo de un saber, el cual se hace explícito para la pedagogía al ubicarlo en el contexto educabilidad y enseñabilidad”.

Desde la educabilidad como la posibilidad de transformación y de desarrollo al ser humano debido a las influencias de los contextos sociales, del núcleo familiar, de las instituciones educativas y como razón de ser de la educación, y desde la enseñabilidad como punto de partida para la enseñanza de la ciencia “y para la constitución de la didáctica especial para cada ciencia, ya no de manera formal y abstracta sino desde las necesidades y características culturales y de lenguaje de los estudiantes como sujetos cognoscentes, activos y concretos”.

El principio epistemológico de la Escuela Normal Superior de Anserma Caldas está centrado en el estudiante en cuanto sujeto constructor de conocimientos y se apoya en la “crítica de la razón pura” de Kant, en lo referente a la capacidad reflexiva y crítica de los seres humanos para la construcción de conocimientos nuevos para innovar lo ya existente.

Este conocimiento lleva a intentar resolver el problema de la verdad como posibilidad articulada con la educabilidad del ser humano y la enseñabilidad de los saberes.  La interacción del sujeto que conoce y la realidad por conocer se expresa en la institución, a través de la interpretación de la realidad por medio del pensamiento reflexivo tal como aparece en el enfoque.

 AXIOLÓGICOS.

En estos momentos de crisis se habla de pérdida de valores, cambio de valores  o transformación de valores, pero a la vez, más que nunca se apega a la necesidad de desarrollar actitudes que llenen la vida de autorespeto y dignidad para que la misma vida se vuelva real y significativa en el dar, recibir y compartir recíprocamente.

A medida que se desarrollan los valores en el interior de las personas, los pensamientos, las palabras y las acciones se expresan coherentes y en un proceso de crecimiento activo, las personas descubren y desarrollan su potencial no solo en relación con él mismo, sino también con el mundo.  Esta construcción de valores como bien lo expresa Flores, no se adquiere “absorbiéndolos del ambiente, sino construyéndolos desde adentro a través de su interacción con el ambiente.” 

Para la institución la enseñanza de contenidos y valores van intrínsecamente unidos y relacionados porque toda la propuesta curricular está diseñada para propiciar situaciones en las que los estudiantes ponen en juego lo que saben pero también sus valores.  Se busca entonces convertir la  Escuela Normal Superior en espacios de actividad permanente,  donde se aprende no solo en las aulas sino que los procesos de enseñanza y aprendizaje son vividos con diferentes perspectivas,  en diferentes espacios y con un sentido crítico de las prácticas pedagógicas y sociales que ellos expresan.

Por lo tanto se considera la familia,  el entorno y la institución como coeducadores y soportes donde se asienta la educación moral,  desde donde el niño en sus primeros años hasta el normalista superior aprende a distinguir procederes adecuados de los no adecuados;  a adquirir una conciencia social basada en principio de convivencia soportados en los valores ya mencionados.

A la institución le interesa que en sus normalistas se desarrollen la autonomía,  el deseo de aprender,  la valoración de su saber propio,  la reflexión personal,  el respeto por la diferencia;  la capacidad de interesarse por los demás y conceder su apoyo justo, oportuno y desinteresado, al mismo tiempo que se desarrolla   un pensamiento reflexivo y crítico,  avanza en conocimientos físicos, sociales,  lingüísticos y lógico – matemáticos.

Para ello se propicia el trabajo en grupo,  organizar y decidir sobre las actividades,  proponer nuevas estrategias,  organizar los espacios de trabajo,  discutir para tomar decisiones,  escuchar,  proponer soluciones a los problemas planteados,  confrontar los saberes entre pares y luego con los otros y con el acervo cultural y científico y sobre todo valorar las ideas y  las experiencias de los demás.
Otro aspecto que promueve y favorece el desarrollo de los valores institucionales es el énfasis en comunicación y lenguaje.  El desarrollar diferentes lenguajes,  posibilita las más variadas formas de expresión,  a la vez que permite la vivencia de situaciones que exigen un lenguaje y un tipo de discurso específico;  construir un informe,  los procesos de desarrollo en un proyecto,  determinar las formas de comunicación con la comunidad educativa,  analizar fenómenos sociales y físicos a través  de la observación,  registro,  descripción,  lectura y escritura,  permiten el análisis y la comprensión de la experiencia y situaciones vividas en la institución y en el contexto regional,  nacional y mundial.

Crear un entorno rico y positivo de relaciones e interacciones sociales donde la comunidad educativa de la  Escuela Normal Superior pueda acercase a aprendizajes significativos en el reconocimiento de sí mismo, de los demás, de la diversidad cultural, social y a la vez construir colectivamente un entorno mejor. Se seleccionaron los valores de: respeto, solidaridad, responsabilidad y cooperación para que en su entendimiento profundo y la práctica se propicien espacios ricos en comunicación, reflexión, crecimiento personal y colectivo.

VALORES INSTITUCIONALES

LA  COOPERACION.

El objetivo inherente de la cooperación es el beneficio  en las interacciones humanas está dirigido por el principio del respeto mutuo; la cooperación es indispensable para alcanzar los propósitos de la institución,  cada avance por pequeño que sea unido a otros permitirá  alcanzar  la meta  de formar maestros idóneos y con calidad.

La cooperación es un valor,  responsabilidad de todos,   de cada uno y requiere el reconocer el autentico rol de cada  persona de la institución.  Cooperar exige usar la energía de la mente para crear vibraciones de buenos deseos y sentimientos buenos hacia los demás y hacia el trabajo.  Esto afecta el ambiente en una forma positiva y sutil.  Las vibraciones colectivas de un esfuerzo felizmente alcanzado preparan el terreno para deliberaciones abiertas y profundas,  así como fecundos círculos de cooperación.

LA RESPONSABILIDAD

Cada una de las personas que trabajan en la institución tiene un rol que desempeñar, ser consciente de ello, de su función, implica representar el papel correspondiente, dar lo mejor de cada uno.  Cuando se está seguro de lo que es y lo que se quiere hay eficiencia, efectividad y el trabajo no se toma como una carga u obligación, sino que el realizarlo conlleva alegría y satisfacción por el deber cumplido y por la realización y el crecimiento personal.

La responsabilidad lleva necesariamente a trabajar cooperativamente; se es responsable cuando se les reconocen las aptitudes y capacidad a los otros y conjuntamente trabajan en la búsqueda de resultados.  En general para la Escuela Normal Superior la responsabilidad se concreta cuando se hace lo que se tiene que hacer, en el momento oportuno, en el tiempo estipulado, con el uso y aprovechamiento de los recursos, cuando se cumplen los deberes, pero sobre todo cuando se ejercen los derechos.

EL RESPETO

El respeto comienza cuando se valora uno mismo y cuando se le reconoce el valor a los demás. Autorreconocerse como ser individual, auténtico, particular es también reconocerse en la autorrealización.  El respeto surge desde el interés de la persona de lo que ella es y puede demostrar y no desde fuerzas externas como el dinero, el poder, el color, la religión entre otros.
Son características del respeto, la confianza en sí mismo y la confianza en los demás.  Cuando se confía  se asume posición, se delegan responsabilidades, se espera lo mejor de sí mismo y de los demás.

En la  Escuela Normal Superior de Anserma Caldas se basa en el respeto, el reconocimiento de la individualidad, de la diversidad, de la diferencia,  Se reconoce en las personas que trabajan en la institución el valor por ellas mismas, por sus múltiples posibilidades de crear y desarrollarse.

LA  SOLIDARIDAD

La solidaridad parte de la sensibilidad que se tenga para entender, aceptar y apoyar a los demás.  No es solamente sentir simpatía o condolerse de las situaciones ajenas sino intervenir, apoyar y ayudar; esto significa hacer presencia en las situaciones donde se nos requiere, con responsabilidad y respeto por los demás.

Ser solidario supone “abrirse” mentalmente a la diversidad, a la necesidad de apoyar a los otros a su propio crecimiento personal desde su propia cultura y sus propios valores.[1] La Escuela Normal Superior requiere de personas solidarias, críticas de las situaciones, pero con la capacidad de actuar en las diferentes situaciones desde la comprensión reflexiva, proponer soluciones siempre en la búsqueda de la calidad.

Calidad asumida en la potenciación de los desarrollos personales, institucionales y sociales, siempre atendiendo a los contextos, a las situaciones particulares, a la cultura y sobre todo a las realidades que se viven; en la eficiencia y oportunidad de la comunicación, en su uso asertivo para buscar un resultado, cambiar una situación, para salirse de uno mismo, de la individualidad y entender que en el  reconocimiento del otro está su propio reconocimiento.




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